Antecedentes.
El sábado 16 de abril de 2016 a las 18h58 el Ecuador sufrió un terremoto de 7.8 grados que afectó especialmente a las regiones costeras de las provincias de Manabí y sur de Esmeraldas. La destrucción fue intensa.
La sociedad civil se movilizó inmediatamente con ayuda y voluntariado. El gobierno dio una respuesta un tanto más tardía. Con el trascurrir de los días la ayuda se repartía en albergues y zonas devastadas sin mucho orden. Es allí donde algunos pastores evangélicos llegan a predicar sobre la “ira de Dios” y ponen como ejemplo de ello a la “proliferación de la homosexualidad” en el país. En las filas de ayuda había personas LGBTI, en especial Trans que visiblemente eran acusadas. Ellxs decidieron no asistir a la entrega de ayuda para evitar ser agredidas.
Ante esta situación la Fundación Causana se moviliza y envía una varias cargas de ayuda a la zona de Manabí. Luego de hablar con las personas LGBTI afectadas y beneficiarias de esta asistencia se determinó que la intervención debería ser sostenida.
Acciones propuestas.
La afectación en Manabí era mayor que en Esmeraldas y la comunidad LGBTI está más organizada y planteaba coordinar el apoyo. Estas razones impulsaron a trazar un plan de ayuda el cual contempla tres fases. La primera de un mes de duración luego del acontecimiento fue la asistencia con vituallas. La segunda que de acuerdo a la facilidad de traslado a la zona, fue la de asistencia emocional. Y la tercera que es de largo aliento partió desde los dos meses hasta varios años después y se centrará en la reconstrucción de las vidas de las personas LGBTI afectadas, en el escenario del lugar y la cultura donde viven.
Para la primera fase se pensó en la participación de organizaciones y personas tanto en el país como en el extranjero que son amigas de las instituciones y que han colaborado antes con nosotrxs. Es así que muchas personas particulares y algunas organizaciones dieron su contribución la cual fue canalizada a través de un grupo de personas LGBTI en la provincia de Manabí, grupo que luego se denominaría “Manabí Diverso”. Este grupo de voluntarixs fue el que distribuyó la ayuda recogida, misma que era acopiada y enviada por Fundación Causana en Quito, en la primera fase de intervención.
Respuesta en territorio.
En Manabí, provincia objetivo de nuestra ayuda, se encauzó el apoyo mediante la participación del grupo de voluntarixs LGBTI denominado Manabí Diverso.
Si bien es cierto que la población LGBTI de la provincia de Manabí ya presentaba algunas dificultades para el ejercicio de sus derechos y por consiguiente el acceso a servicios específicos, esta situación se vio agravada con el sismo. Factores como la falta de escolaridad que garantice un trabajo digno; desconocimiento de sus propios cuerpos y ausencia de autocuidado; expulsión del hogar debido a la orientación sexual y/o identidad de género; vivienda no apropiada; maltrato intrafamiliar y violencia naturalizada disfrazada de costumbre son la expresiones diarias con las que finalmente se convive. Un componente casi permanente es el trabajo sexual autónomo, unas veces ocasional y la mayor parte del tiempo obligatorio por la falta de opciones laborales.
Específicamente, en lo que se refiere a VIH/SIDA, ya era difícil que las personas afectadas se adhieran al tratamiento por las causas anotadas anteriormente, a lo que se agregan las largas distancias entre sus comunidades y el hospital que brinda la atención especializada, el costo del transporte, la falta de organizaciones de la sociedad civil que acompañen el proceso entre pares, el estigma y discriminación propios -por decirlo de algún modo- entre otras. Para estas poblaciones en riesgo (HSH, Trans y LGBTI en general) nunca los insumos de protección estuvieron a la mano para una relación sexual segura, por el costo o por el desconocimiento de los lugares donde los pueden adquirir de forma gratuita.
Luego del terremoto se acentuaron estas condiciones y las personas más afectadas dieron prioridad a su supervivencia que en un principio tenía que ver con las situaciones del desastre en sí, pero que conforme se ha avanzado en el tiempo se mantienen ya que la “normalidad” no regresa a todas las comunidades al mismo tiempo.
Proyecciones.
Luego de esta primera fase de intervención se atendió con un contingente de profesionales en psicología que facilitaron la contención emocional luego de la terrible experiencia del terremoto. Esta etapa se efectuó durante el mes de junio.
Posteriormente y con la colaboración de otras organizaciones se facilitó el acceso de las comunidades LGBTI de Manabí a varias iniciativas que pretenden reactivar las zonas destruidas. El trabajo continua con el fortalecimiento de las organizaciones presentes en esta provincia para que puedan adherirse a estas propuestas.
En este proceso hemos realizado 5 talleres de capacitación en diferentes temas con poblaciones LGBTI de Picoazá, Santa Ana y Portoviejo.
Dentro de este proceso la útima sema de septiembre de 2016 se realizó la réplica del taller «Autocuidado para ingobernables»que fue facilitado por Jorge Medranda de Causana y co-facilitado por Yahaira Cedeno de la organización trans «»Unidxs Somos Más»». Participaron personas de Portoviejo, Picoazá, Santa Ana y Charapotó.
En un ambiente de compañerismo descubrimos entre todxs como identificar nuestras propias ausencias al descuidar nuestras cuerpas y por ende nuestra vida. De igual forma compartimos como liberarnos de las presiones diarias y darnos un momento para continuar en la lucha sin desatendernos. Se reflexionó como es subversivo el mirarnos hacia dentro y empezar el cambio con nosotrxs mismxs para luego compartirlo con lxs demás. El taller inició danzando y asimismo se lo despidió reforzando los lazos de amistad y trabajo.