Causana actúa de manera directa en el acompañamiento a compañeras que, en sus procesos de visibilización como cuerpas lbt, sufren contextos de violencia. Causana trabaja diaramente por ser un espacio de formación y apoyo. En esta ocasión compartiremos dos procesos de acompañamiento a compas que sufrieron algún tipo de agresión al mostrarse como cuerpas sexo genero diversas.
Mary es el nombre protegido que utilizaremos para referirnos a nuestro primer caso. La persona que solicitó ayuda para Mary fue una amiga cercana suya, nos comentó que Mary había faltado más de una semana a clases y por la situación en la que se veía envuelta en el colegio, decidió pedir ayuda.
De esta manera pudimos tener contacto con Mary y gestionamos para que ella pueda asistir a uno de nuestros encuentros. Ella asistió con su novia, con sus 13 años de edad Mary sabe con certeza que le atraen únicamente las chicas. Su habitar en el colegio resultó para ella en un espacio hostil, sus compañerxs se burlaban de ella y la humillaban por ser una cuerpa distinta y además porque que posee marcados rasgos indígenas. Por este motivo y buscando protegerla su madre decidió retirarla de aquella institución.
Mary es una chica segura, cortó su largo cabello y se negaba a utilizar el uniforme que utilizan las chicas (falda y zapatos de vestir). Entre sus planes a futuro se encuentra alcanzar la libertad de poder mostrarse como en realidad es. Mary nos cuenta que está segura de que es una cuerpa trans y busca iniciar su proceso de transición hormonal. Su madre la apoya incondicionalmente, la respeta y ama tal como es.
Mediante alianzas y articulaciones logramos varias sesiones de terapia para Mary y su madre, quienes decidieron regresar a su ciudad de origen en donde encontramos una institución educativa a la que Causana brindó sensibilización y capacitación sobre las diversidades sexo genéricas. Mary retomó sus estudios, está en consultas médicas para su tratamiento hormonal y ahora quiere dejar crecer su pelo para adoptar la estética típica de los chicos de su comunidad, reivindicando también sus orígenes…
Jennifer (20 años) acudió a nosotrxs por medio de redes sociales. En un mensaje de tono emergente nos contaba que en su entorno familiar sufría varias agresiones a su integridad sicológica por parte de su madre, esta se enteró de que Jennifer es lesbiana por unas conversaciones que mantenía por teléfono con su novia. Cuando supo esto, la madre de jennifer reaccionó de manera violenta, golpeando y encerrando a su hija. Debido a que forma parte de un grupo en una iglesia evangélica, la asesoría que le brindaron involucraba llevar a su hija a una clínica de “deshomosexualización”.
En un descuido de su madre Jenifer pudo acceder a la computadora y contactar con Causana solicitando ayuda ante la amenaza de encierro en una clínica. Activamos el protocolo de atención. Logramos encontrar la vivienda de la mamá de Jennifer en un barrio periférico de Quito, tratamos de mediar con ella. No nos abrió la puerta, nos recibió con insultos e inclusive trató de lanzarnos un objeto pesado para que nos marchemos.
Al no darse el acercamiento con la madre de Jenifer acudimos nuevamente pero esta vez con apoyo jurídico. Por medio de una citación se le comunicó sobre los derechos de su hija, la protección legal con la que cuenta, el acompañamiento y vigilancia desde la sociedad civil. De esta manera, le advertimos que el pretendido internamiento de su hija en una clínica de «deshomosexualización» es un delito.
Negociamos durante 5 días y al fin su madre concluyó que no quería seguir conviviendo con Jenifer, puesto que la considera una pecadora y prefería sacarla de su vida. Luego de una revisión médica y apoyo terapéutico, Jenifer se encuentra viviendo con su novia en otra ciudad del país. Por ahora está en busca de un trabajo para poder culminar sus estudios, pues se vieron interrumpidos por la situación que su madre generó.
Esto es solo una muestra de la realidad que toca vivir a muchas cuerpas lesbianas que habitan nuestro país. Cuerpas que son humilladas y separadas de sus familias por falta de empatía y entendimiento. Cuerpas que deben guerrearse solas en las calles para poder mantener vidas dignas que les permitan ser. La falta de tolerancia por parte de la sociedad, resulta en una injusticia para quienes nos consideramos sexo género diversxs. Las oportunidades, los sueños, los planes a futuro, muchas veces se ven truncados por la falta de apoyo de las personas que conviven en los mismos lugares que nosotras.
Causana pretende ser un factor que influya de manera positiva en las vidas de quiénes acuden a nosotrxs. Exigimos al estado y a quienes nos rodean un trato igualitario. No permitiremos que se sigan difundiendo discursos de odio que con tinte religioso siguen invisibilizando este sector de la población.
Ser lesbiana no es un condicionamiento, ser lesbiana es resistir a este sistema.
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Dibujo: MARGARITA VILLARUEL INSTITUTO » INOCENCIO JÀCOME» SAN ANTONIO