Octubre ya cobra otro sentido para los feminismos y disidencias. Aquel tan sonado 12 de octubre de 1942 es la fecha que activa la memoria para decirnos que el proyecto de colonización regula Abya Yala y El Caribe. No hay nada que celebrar en este día, sí, mucha ira que organizar y aullidos callejeros que multiplicar. Nuestro verdadero estado es la rabia colectiva.
En este lugar de la tierra llamada Argentina cada año hay una cita para el des-encuentro y re-arme de apuestas y luchas políticas. Este año, 2019, fue definitivamente un encuentro rarx, distintx a los anteriores. El tan llamado “encuentro de mujeres de argentina” ha mutado y en esta ocasión trans// mutó.
El Encontrolazo es el resultado del reclamo y denuncia constante por desnormativizar los espacios feministas donde la única vos la sostienen (las mujeres) anulando a la periferia política como un lugar de no- lugar para la enunciación. El Encontrolazo fue nuestra espacia, nuestra habita para gritar y aullar, para enunciar- des-enunciar y ensuciar la norma cis-hetero que rodea nuestras movidas y nuestra jauría.
La lucha es transfeministx, disidente, guarrx, marranx, monstri o no será. El Encontrolazo cuestionaba la reproducción de la norma, del racismo y clasismo en este espacio, por ello, un ala anárquica se dio cita, y, ¿para qué es la anarquía disidente? si no es para alterarlo todo y desde el caos reinventarnos y re existir.
La jauría tuvo lugar entre el 12 – 13 de octubre. Cubrimos con nuestra infesta transborder la iglesia principal de la ciudad de la plata, cada llama fue el aviso de que el miedo no es nuestro lugar y la fuega es nuestra respuesta. El próximo año la cita será en San Luis.
Que se preparen las calles y las iglesias porque llegáremos con ira.
El miedo y el silencio ya no es nuestra habita.